El dulce es una excelente opción publicitaria, por las distintas formas de utilización y presentaciones que pueden dársele.
Obsequiar un dulce, cuando su cliente llega, es más que una bienvenida y singular presentación. El obsequiarlo cuando se retira, es agradecer su preferencia y una dulce invitación a regresar.
Esa cortesía que recibe su cliente, va directamente a sus sentidos: la vista, el tacto, el olfato, el gusto. Por si esto fuera poco, tome en cuenta que, recibir atenciones de una persona "ajena" o del proveedor de productos o servicios, representa dar valor e importancia y es una fina y gentil forma de incitar a su cliente a ser leal: Un cliente que recibe buen servicio, calidad y trato preferente, que lo hace sentir especial y consentido, siempre regresa.
- Invite a regresar y gane su recomendación como excelente proveedor.
- Compruebe la efectividad de esta magnífica opción, junto con la reducción de costos publicitarios.
- Manténgase en la mente de su cliente, como el proveedor que cubre, no solo sus necesidades en cuanto a sus productos y servicios, sino también como persona, con un trato justo, digno y amable.
- Establezca la diferencia con su competencia y con todo proveedor. Permita que los clientes ¡lo busquen!
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¡Permítanos servirle como usted merece!